Los Visionarios, un trio formado en el 2011 por Manoel Macía, Román García y Luis G. (Caballero Reynaldo) es uno de los proyectos más anómalos que existen en España. En teoría podría encajar en los parámetros del folk, del rock progresivo, del pop de vanguardia y de la música medieval, pero en la realidad su estilo se escapa de cualquier paralelismo con dichos géneros formando un ente insólito y chocante incluso para los propios miembros del engendro, que se reinventan en cada episodio de su azarosa trayectoria.


Colaboradores:

José Urbano Hortelano (letras y medievalismos), Rafael Pacha (cacharrería folki y arreglos), Marieta Tamarit (voces), oZcar McCuenca (arreglos orquestales), Rosa y Max Sillué (coros y figuración), Anibal G. (figuración), Luis Ruiz (mastering), José Mencias (saxos)), Antonio J. Iglesias (lírica) y Luis Prado (baterias y teclados).

Los Visionarios, a trio formed in 2011 by Manoel Macía, Román García and Luis G. (Caballero Reynaldo) is one of the most anomalous projects in Spain. In theory it could fit into the parameters of folk, progressive rock, avant-garde pop and medieval music, but in reality its style escapes any parallelism with these genres, forming an unusual and shocking entity even for the members of the band, who reinvent themselves in each episode of their eventful career.



Contributors:

José Urbano Hortelano (lyrics and medievalisms), Rafael Pacha (folky bangers and arrangements), Marieta Tamarit (vocals), oZcar McCuenca (orchestral arrangements), Rosa and Max Sillué (backing vocals and figuration), Anibal G. (figuration), Luis Ruiz (mastering), José Mencias (saxophones)), Antonio J. Iglesias (lyrics) and Luis Prado (drums and keyboards).

El poder sanador de El arte de callar, el nuevo disco de Los Visionarios

por David García Mejías


Los Visionarios constituyen una rara avis dentro del panorama musical actual. Acumulan más de una década de vida con un planteamiento artístico de lo más ambicioso e incombustible: ensanchar el horizonte del pop con sonoridades provenientes de una constelación de géneros extraídos de las músicas antiguas y tradicionales, hasta el extremo de establecer una identidad inconfundible.


Tras componer seis discos plagados de maravillosas contradicciones, Manoel Macía, Román García y Luis González (alias Caballero Reynaldo) se muestran irreductibles una vez más con El arte de callar, su inminente trabajo discográfico.


Si En la intersección (Los Visionarios, 2019) supuso una exigente incursión en las formas progresivas y en los contenidos urbanos desde una óptica dadaísta, El arte de callar amplía el catálogo visionario con una veintena de canciones de estructura directa pero siempre constituidas por sofisticados arreglos de cuerdas pulsadas, coros cuasi místicos y percusiones variopintas que potencian el hondo significado de unos textos que abordan eternos dramas existenciales. Desde la pérdida de ideales vitales en “De repente un barroco”, la metafísica costumbrista de lo cotidiano en “La gravedad” o “Tierra mojada”, hasta el anhelo de sobrevivir a la muerte a través del recuerdo en “El fantasma era yo” o la perenne insatisfacción en “Azul”, pasando por los conflictos interpersonales derivados de la incomunicación en “El arte de callar”, el fenómeno de las “fake news” en “Cuentos chinos”, o la patética trama de lujuria, infidelidad, violencia y remordimiento narrada en “Carlo Gesualdo Superstar”, una imponente suite tripartita dedicada a uno de los más grandes polifonistas del Renacimiento.